En todo buen escape room que se precie, tiene que haber una pista en forma de puzzle que debas resolver para pasar a la siguiente pista y poder superar el reto. Así ocurre en nuestras salas de La Fuga de Casanova o El Misterio del Capítulo 43. Los puzzles son entretenidos y fomentan nuestra intelecto. Hoy te contamos su origen.
El primer puzzle de la historia fue un mapa y lo inventó John Spilsbury en 1766. John, era cartógrafo de la corona inglesa, e ideó un mapa de Europa en una tabla de madera, serró los bordes de cada reino y lo utilizó para que los niños aprendieran geografía. La idea se puso de moda entre la alta sociedad inglesa y el cartógrafo empezó a vender “disecciones”, que era el nombre original, sobre el mundo, los continentes, Inglaterra y Gales, Irlanda y Escocia… Con el tiempo las temáticas fueron abarcando otros temas educativos como la Biblia o las matemáticas.
Hasta 1820 los puzzles se consideraron una herramienta educativa, pero a partir de ese año, comenzaron a venderse como entretenimiento para adultos con el nombre de “Whatami” (¿Qué soy?) y en un material mas ligero que la madera original, aunque seguía siendo madera. Este material precisamente y el corte de las piezas a mano convertían el puzzle en un pasatiempo solo apto para las clases altas. Y os contamos una curiosidad: en estos primeros puzzles para adultos no venía ninguna imagen de referencia, sino que se montaba el puzzle y hasta que no se terminaba no se sabía que imagen contenía.
A principios del siglo XX los puzzles eran una forma muy extendida de ocio en EEUU y Europa. Ya entonces, se comenzaron a cortar las piezas tal y como las conocemos ahora y se comenzó a utilizar el cartón para que pudieran disfrutar de esta forma de ocio las clases menos pudientes de la sociedad. Fue la auténtica edad dorada de los puzzles.
Tras la II Guerra Mundial, las técnicas de teñido y litografía del cartón de los puzzles dieron como resultado que se incluyera como temática las obras de arte. Y aquí va otro dato curioso. El puzzle más difícil de aquella época (y creemos que ahora tampoco sería muy fácil) era el de la obra “Convergencia” de Pollock.
Cómo veis la historia de los puzzles es apasionante y por eso es una de las pruebas básicas dentro de un escape room. Os retamos a solucionar los que encontraréis en nuestras salas. ¿Aceptáis el reto?
